TRAIL MITJA LLUNA (01/05/10)

Crónica de Jessi

Por fin había llegado el día. Ese reto deportivo que me había planteado en diciembre, y que sería un paso más en el mundo del ultra. 80 km por las montañas de Alicante, saliendo de Guadalest y llegando a Alcoy… ¡a por ellos!

Nos despertamos a las 4:45, y oigo un ruido raro… ¡está lloviendo! Anda! Pues espero que a los del Ultra (que habían salido a las 23h) no les pille!! Al poco para de llover, sólo ha sido un chaparrón sin importancia. Recogemos a Ana y vamos a Batoy, donde salen autobuses para Guadalest. Allí saludamos a mucha gente, cada vez más, que coincidimos en locuras de estas, y compartimos momentos durante las carreras. Llegamos a Guadalest (¡sin marearme!), y poco tiempo después, entramos al corralillo donde darán la salida. La temperatura es estupenda, unos 18-20ºC, aunque siendo las 8 de la mañana, me da a mí que va a hacer calor…

Dan la salida, y aprovechamos que los primeros kilómetros son de bajada para correr. Una vez hemos calentado, seguimos por una carretera ascendiendo lentamente, que luego se convierte en una pista muy empinada… así que a caminar y a coger los bastones! Vamos en grupo, aunque mi intención en un principio era hacerlo sola, a mi ritmo, para no tener que frenar a nadie. Sin embargo, Kiko no me quería dejar sola, y también se vinieron Natxo y Paco (su primo). Así que les aviso de que soy yo la que marco el ritmo (para eso soy la única mujer, hay que mandar un poquito… jejeje).

Llegamos al primer avituallamiento, km. 14 aprox. en menos de 2 horas. Me doy cuenta de la cantidad de cosas que hay: bizcochitos, magdalenas, pastillas de chocolate, zumo, coca-cola, bocadillos de jamon York y queso, fruta… vamos, para quedarse allí un buen rato!! Pero solo bebo un poco de zumo y me como 2 bizcochitos y un trocito de chocolate, y seguimos rápidamente. Ahora la senda se estrecha y tenemos que ir de uno en uno. Sin darme cuenta, he adelantado antes a gente que lleva mejor ritmo que yo, y ahora los llevo detrás. Voy preguntando si quieren pasar, pero todos me dicen que no me preocupe, que vaya tirando. Y el problema es que voy tirando un poco más deprisa de lo que puedo… Así que mi cuerpo piensa que si hoy hay que coger una pájara, mejor ahora que luego cuando lleve 60 km… me quedo sin fuerzas, tengo agonía, se me revuelve el estómago… no!!!! Esto no me puede pasar hoy, que llevo mucho tiempo preparando esta prueba!!! Así que descanso un poco, tomo un poco de gel (que está malísimo, por cierto), y con paciencia y muy lentamente sigo subiendo hasta coronar la Malla del Llop. Creo que es el punto más alto de la prueba, más de 1300 metros, un kilómetro vertical desde que salimos de Guadalest. Aquí me termino de recuperar, aunque en mi barriga aún rebota el isostar y el gel que me acabo de tomar. Así que correré sólo cuando el estómago me lo permita…

Una bajada impresionante, donde disfruto de lo lindo, y volvemos a enfilar una subida dura… el pico de Pla de la Casa. Lo tomamos con tranquilidad, porque el desnivel se las trae, y el calor aprieta. Arriba, en el Pozo hay gente, que nos mira con cara de curiosidad, pensando “¿¿tanto loco hay suelto??”. Después llega otra bajada, pero esta vez infernal. Una pedrera que resbala muchísimo, y que hace que patine y me frene con unos pinchos… bueno, por lo menos no me he despeñao!! Después llegamos a la Font Roja, donde unos simpáticos personajes nos preguntan, y tras contarle de donde venimos y a donde vamos, nos dicen: “pues eso de correr por la montaña no es nada bueno, os vais a joder las rodillas”. ¡Muchas gracias! Espero que no sea mal de ojo… que quiero llegar lo más sana posible a meta. A Facheca llegamos sobre las 13h, donde hay un avituallamiento. Paco decide quedarse, ya que tiene molestias en la pierna, y solamente vamos por el km 24. Aquí nos sentamos, y comemos tranquilamente. Un bocadillito, un trozo de coca de tomate, medio plátano… y tras descansar 5 minutillos, volvemos a la marcha. El siguiente pueblo es Benimassot, donde nos esperan unas cuestas empedradas y un calor… creo que todos pasamos por la fuente del pueblo, para beber y meter la cabeza bajo… mmmmm!! ¡¡qué fresquito más bueno!!

Continuamos la marcha, camino de Catamarruc, por una pista de bajada donde se puede correr. Empieza a nublarse, y a caer alguna gota. ¿Nos ponemos el chubasquero? Casi no nos da tiempo, cuando empieza a diluviar. Encima hay tormenta, y los rayos se ven y se oyen muy cerca. ¡Socorro! ¿Los bastones atraerán a los rayos? Seguimos corriendo como podemos, para llegar cuanto antes, cuando empieza a granizar… nos resguardamos bajo de un pino, pero con la tormenta tan cerca no es recomendable, y pensamos que seguro que hace más daño un rayo que el granizo… así que seguimos. Por fin llegamos a Catamarruc, a las 15:15h, donde está mi mami esperándonos. ¡Qué alegría! La saludo, e intento poner buena cara (y no contarle el miedo que he pasado), para que no se asuste. Comemos algo y seguimos hacia Beniarrés. En todo el camino no se puede correr nada, debido al barro, así que tardamos unas 2 horas en llegar. Además, me empieza a molestar el pie derecho, pero mientras no me modifique la pisada y haga que me duela la rodilla, no voy a hacerle caso…

Son casi las 17:30 de la tarde cuando llegamos a la carpa de Beniarrés. ¡Cuanta gente conocida! Aquí teníamos las bolsas con ropa seca para cambiarnos, además de macarrones y comida… Así que la gente en este avituallamiento se toma las cosas con calma, cogiendo fuerzas para lo que queda. Estando allí, llega Francisco Robres, primer corredor del Ultra Trail, quien llevaba ya casi 130 km en sus piernas y 19 horas corriendo. ¡Qué máquina! Tras contarnos alguna aventurilla, nosotros decidimos seguir, y enfilar la tercera subida de la prueba: el Benicadell, 600 metros de desnivel en poco más de 5 km. Lo tomamos con calma, pero Natxo parece que no ha comido pasta suficiente y le entra un pajaroncillo. Así que paramos, se toma un gel, y subimos poco a poco hasta arriba. Las vistas desde aquí son impresionantes. Podemos ver la Serrella (de donde veníamos) y el Montcabrer (hacia donde íbamos). Visto así, qué duro es esto!!!

Enfilamos la bajada hacia el Port d’Albaida, donde se une Enrique, de Vallada, y Pepe, de Daimuz. Hablando entre todos, se hace entretenido; y donde podemos corremos para acortar el tiempo de sufrimiento… Llegando a Agres nos ponemos los frontales, y es aquí cuando llega mi momento de gloria. Me notaba fortísima, las piernas no me dolían nada, y pese a las cuestas que hay hasta llegar a la plaza de Agres, llevaba un ritmo que adelantaba a todos!! Estaba flipando, no creo que el Ibuprofeno que me tomé en Beniarrés porque me dolía el pie me diera esa fuerza! Total, que llegué al avituallamiento, con Viruta y Blackbeer animando y con un ambientazo genial!! Música, gente, aplausos… vamos que te sube la moral que no veas!! Ahora ya está casi todo hecho, quedan los últimos 20 km y tenemos la prueba conseguida. Así que comemos algo y tiramos a subir la última subida dura del día: el Montcabrer. Al llegar al refugio hay muchísima niebla, no se ve ni a 2 metros, así que otros participantes que hay allí se vienen con nosotros, que nos conocemos la zona. Esto hace que ralenticemos un poco la marcha, pero lo bueno de las carreras de montaña es la solidaridad de la gente, y no íbamos a dejar a nadie por ahí colgado… La bajada del Montcabrer se hace muy incómoda, las piedras resbalan muchísimo, y tenemos alguna caída en el grupo, sin más consecuencias. La llegada al siguiente punto de control, en el Preventorio se hace un poco pesada; y más para quien no sabía que desde que vemos Alcoy hasta que llegamos pasan unas 2 ó 3 horas… Es la 1 de la mañana en el Preventorio, y ya estamos a muy poco de conseguirlo. Volvemos a subir hacia el Castellar y cuando bajábamos hacia Batoy, nos adelanta el segundo corredor del Ultra Trail. ¡¡Otro máquina!! Al llegar a la Vía Verde me quedan fuerzas para correr un poco, y aunque el resto del grupo no quiere correr, le doy la mano a Kiko y juntos llegamos a meta. ¡¡Lo conseguimos!! 20h28’28’’ después de haber salido de Guadalest, llegamos a Alcoy. Estoy contentísima por varias razones: muscularmente me he sentido muy bien; mi cabeza ha estado siempre positiva, no he pensado en abandonar ni un solo momento; y he compartido este día con Kiko, quien me ha apoyado en todo momento y me ha dado fuerzas cuando lo necesitaba. ¡Muchas gracias!

El domingo fuimos a ver la entrega de trofeos, y aún llegamos a ver algunos corredores del Ultra que terminaban la carrera. Mi más sincera enhorabuena a TODOS los participantes, tanto los que terminaron como los que no. Los números lo dicen todo: sólo 20 corredores (de los 88 que tomaron la salida) han terminado el Ultra Trail (con casi 175 km de distancia). En cuanto a la Mitja Lluna, hemos terminado 175 corredores, con más de 50 abandonos… así que tanto la Mitja Lluna como el Ultra Trail Muntanyes d’Alacant son muuuuuy duros. Seguro que el año que viene, como mínimo, doblan las inscripciones… ¡Somos así de masocas!

FOTOS: http://picasaweb.google.es/Natxogomezorts/TrailMitjaLluna