Pa que veáis ... hemos hecho un entreno que ha durado dos días seguidos ... jeje
Pues como durante el día hace bastante calor y también hacía tiempo que no utilizábamos los frontales, decidimos que ayer era un buen día para ello, así que nos zampamos una pizza con "de todo" del Pizzanella, un par de birras, cacahuetes, chocolate ... cogimos los trastos y sobre las 23 h salimos a hacer un trote nocturno.
Para variar, empezamos a subir hacia Serelles, no hacía ni frío ni calor, pero sí algo de humedad, con lo que íbamos sudando un poco, seguimos para arriba, y casi llegando al Collao Sabata, empezó a bajarme la intensidad del frontal, hasta que se me apagó. Era un poco pronto para que se acabara la pila, pero como llevaba más, pues la cambié, pero el aparato hacía cosas raras.
Ya arriba, a Ana le pasó lo mismo, y menos mal que llevába otra linterna de "por si acaso" y no hubo problema para ir reparando las cosas.
Aqui a Ana le entró el mal rollo de verse a oscuras enmedio del monte y se quería volver a casa, pero con un poco de persuasión conseguí convercerla para seguir. Los frontales volvieron a funcionar bien y seguimos para arriba por el trazado de la subida a Montcabrer.
Por aqui empezó a aparecer niebla, que si bien refrescaba un poquito, nos hizo sudar a chorros. También observamos un fenómeno curioso, los arbustos frondosos que hay por esta zona, unos que normalmente tienen unas bolitas rojas, se ve que atrapan la humedad en las hojas, y al enfocarlos con la luz se vuelven reflectantes. Era muy bonito ir corriendo por el campo como si estuvieras rodeado de señales de tráfico.
A partir de aqui el camino se estrecha y las argelagues empiezan a mojarnos y marcarnos las piernas, encima los mosquitos no nos dejan en paz y se empeñan en ponerse delante de la luz del frontal y dentro de nuestra nariz y boca. Y para acabarlo de arreglar, se ve que las arañas aprovechan la oscuridad para tejer sus telas justo enmedio del camino, con lo que nos las tragamos todas.
Poco a poco llegamos a la Foia Ampla, yo con frontal y Ana con linterna, ya que se le había vuelto a apagar. Dándole vueltas al asunto, al final caí que cargué las pilas de 2 en 2, pero le puse al cargador el voltaje de una, con lo que parece ser que no llegué a cargarlas ni a la mitad, por eso no nos duraban nada. Cachisssss, seguro que ya no me vuelve a pasar. A partir de aqui, ya fuimos los dos solo con un frontal encendido cada vez, y afortunadamente llegamos a casa con luz.
Seguimos ya por la pista hacia la Fuente de Mariola, parando en la del Arbol a beber y descansar un poquito, rodeados de unos sapos nocturnos muy simpáticos.
Cuando llegamos a la de Mariola, giramos a la izquierda, Mas de Mariola, Mas de Barrachina, Mas del Pla, y poco antes de llegar al transformador de las Casitas de Mariola, hay una zona que pasas entre dos bancales, donde normalmente hay hierbas, pero no las de ayer ... buffff, nos llegaban hasta los sobacos y mojaditas ... con lo que nos chopamos totalmente de cintura para abajo, con la consiguiente reacción de picor desesperante en las piernas ...
Ya queda poco, hacemos un tramo de asfalto hasta el Mas del Garrofero, luego bajamos hasta el Barranc del Sinc y por la carretera de la Salle hasta casa. Ya eran sobre las 2:45 de la madrugada ...
No estuvo mal, contando las paradas para pipí, beber, repostar agua, solucionar problemas técnicos y descansar un poquito, al final fueron 3 horas 45 min de trote cochinero y unos 26 km según el GPS del nuevo pulsómetro.
A ver si algún día lo hacemos todo el grupo, que a pesar de todo, fue divertido.
Os pongo unas fotos de las maravillosas vistas de las que disfrutamos.
Auuuu
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