Crónica de Rubén
Allí coincidimos con José Luis de la Rioja, David y Raquel que venían desde Cádiz y Pedro y Javi del Club Nativos, con los que tuvimos una agradable tertulia hasta la hora de ir a dormir.
Por la mañana temprano, a preparar los trastos y a dar cuenta del suculento desayuno que nos preparó Raquel, mientras iban llegando el resto de corredores, este año sólo 30 atrevidos inscritos, de los que se presentaron 27 a la línea de salida. Algunas caras conocidas, saludos, fotos y puntualmente a las 8:00 daban la salida.
Empezamos tranquilamente por el camino que sale del refugio, pero 200 mts más adelante empezaban las cuestas. La primera parte de la prueba es un continuo sube y baja prácticamente todo por sendas y algún tramo técnico, pasando por los picos de Espadán, La Rápita, Las Palomas… Ha salido un día radiante y la temperatura a estas horas empieza a ser un poco sofocante, con lo que no paramos de beber y sudar.
Sobre las 12 llegamos al avituallamiento donde nos dan un bocadillo y un refresco, que nos vamos comiendo mientras caminamos, con lo que no perdemos demasiado tiempo, reservándolo para el avituallamiento de Pina. Seguimos caminando y trotando por un terreno un poco más accesible, aunque el calor sigue apretando y al llegar al pueblo de Pavías, nos sorprende una fuente de 4 caños que rebosaban agua fresca, donde paramos un buen rato a refrescarnos y a reponer líquidos, cosa que nos sienta de maravilla.
Durante toda esta parte del recorrido, vamos encontrándonos con los chicos del Nativos y con Manolo, un participante de la zona que repetía aventura para intentar mejorar la marca del año pasado. Sobre las 19:45 y con unos 60 Km de recorrido, llegamos a Pina de Montalgrao, donde está el avituallamiento “fuerte” y tenemos la ropa de recambio. Cambiamos la indumentaria por algo más abrigado y nos sentamos a la mesa, ya que el avituallamiento consiste en sopa de tocino de primer plato, chuletas de cordero con patatas de segundo, flan de queso de postre, cerveza con limón y café. Nada habitual es un avituallamiento así en medio de una carrera, pero visto lo bien que nos sentó, debería ser obligatorio … jeje
David el de Cádiz y Manolo con su hermano (que le acompañaba desde aquí hasta el final), salieron de la cena 30 minutos antes que nosotros y los Nativos unos 10 minutos detrás nuestra. Salimos ya con los frontales puestos y por un terreno muy cómodo por pistas sin demasiado desnivel, lo que nos llevó a ir trotando bastantes kilómetros con vadeo de río incluido metiendo los pies hasta los tobillos …
A estas horas empezaba a refrescar, pero con el ritmo que llevábamos todavía no vimos necesario abrigarnos, pero al encontrarnos con David el de Cádiz nos dimos cuenta de que todo es relativo, ya que el pobre iba abrigado como si estuviésemos a -10ºC y todavía tiritaba, seguro que él por la mañana no notó tanto calor como nosotros … jeje
Sin darnos cuenta ya estábamos en la última subida del día, La Muela, ascenso que hicimos sin complicaciones gracias al Gps y a unos puntos rojos que indicaban el trazado de la subida. Arriba nos esperaba Ramón de la organización, con un café con leche y unos sobaos que nos supieron a gloria. Desde aquí el trazado discurría por pistas que invitaban a trotar, pero Esteban no se sentía con muchas fuerzas, ya que tenía alguna molestia estomacal que le impedían comer lo necesario, aparte de que se le había hecho una ampolla en la planta del pie que producía un dolor insoportable, pero ahí estuvo él al pie del cañón sin desfallecer, menudo coraje .. jeje
Poco antes de emprender el ascenso a Javalambre, el Gps marcó los 100Km, hecho que mereció una pequeña celebración, ya que ninguno de los dos habíamos logrado correr antes esa distancia. Llevábamos algo más de 19 horas, con lo que pensábamos que íbamos a conseguir un muy buen tiempo, craso error ….
En el rutómetro indicaba que el principio del ascenso era por un barranco y en efecto lo era, pero más bien era una torrentera, con sus piedras y bloques, lo que dificultaba bastante el avance, además teniendo en cuenta lo que llevábamos recorrido. A mitad de subida la niebla se nos echó encima y nos impedía ver a más de 2 metros de distancia, lo que convertía la situación aún más interesante … En esta zona vimos a unas luces que nos hacían señas, que resultaron ser Manolo y su hermano, que el Gps les había jugado una mala pasada y andaban perdidos, así que se unieron a nosotros hasta el final. Para acabar de arreglar el ambiente, empezó a hacer un viento considerable y la temperatura cayó en picado, presumiblemente por debajo de 0ºC, ya que el coche que había en el control de la cumbre, tenía los cristales totalmente escarchados.
La llegada al pico se hizo insufrible, ya que la niebla nos impedía ver nada y solo nos quedaba la opción de ir siguiendo el track del Gps, pero muchas veces no era posible por los impedimentos físicos del terreno e íbamos haciendo eses continuamente, pero lo que no sabíamos es que lo peor estaba por llegar … A Esteban se le acabaron las pilas del Gps, por lo tanto me quedó a mí la responsabilidad de guiar al grupo, debiendo ir continuamente sujetando el aparatito para mirar la pantalla, lo que ha producido que todavía hoy tenga dormidas las puntas de los dedos de la mano izquierda a causa del frío … La bajada tenía una fuerte pendiente y discurría en su mayor parte por una pedrera sin ningún camino definido, todo esto unido a la nula visibilidad por la niebla y el entumecimiento del cuerpo por el frío, hizo que la bajada resultara más que penosa.
Bastante tiempo después y no sin maldecir a Tomás en más de una ocasión (de buen rollo, eh?), llegamos a una zona de pinos más accesible, aunque igualmente sin ningún camino aparente, hasta que por fin apareció una pista, la cual no dejamos hasta Camarena de la Sierra, donde estaba el Albergue, que a su vez era la meta de la prueba. Invertimos 23 horas 58 minutos en realizar el recorrido y altamente satisfechos por haberlo conseguido.
Ducha, bocata y cerveza, descansar un rato hasta la comida con todos los participantes y para casa, qué más podemos pedir?
Un placer haber compartido esta aventura con Esteban y espero que sean muchas más.
Crónica de Esteban
Bueno pues ya estamos de vuelta de un fin de semana muy intenso. Aunque tengo los pies hechos polvo no tengo otra que reconocer que me lo ha pasado fenomenal y que esta es una prueba que al menos una vez se tiene que hacer, eso sí teniendo claro a lo que se va pues si a los 110 km de distancia y los 11.000 m de desnivel acumulado le añadimos la ausencia de marcaje la convierten en una prueba única y difícil, en la que es muy conveniente saber manejarse con el gps, yo afortunadamente compartí carrera con Rubén que además de ser un excelente compañero de fatigas es un hacha con el gps y no se le pasa ni una.
A modo de pequeña crónica: Recojo a Rubén en Alcoy y seguimos para Alfondeguilla allí nos esperan ya en el refugio Serra nuestros anfitriones y coincidimos y compartimos cena , pedazo hamburguesa de medio kilo, con un participante vasco, dos chicos de Benidorm y otro de Cádiz que con su mujer se ha chupado 800 kms de carretera para hacerla y conseguir tres puntos para el Montblanc.
A la mañana siguiente, y a las de tres, nos ponemos en marcha, pronto toma la cabeza un pequeño grupo de cuatro entre los que se encuentra FranRobres, aunque según nos contó hizo prácticamente todo el recorrido en solitario y tirando de gps pues no se conocía el recorrido, por lo que su victoria en poco más de 15 horas es doblemente meritoria.
La primera parte del recorrido es realmente dura, típico terreno abrupto de rodeno de la zona, con un sube baja continuo. La subida al pico Espadán se hace dura por el sol, sudamos como pollos, la subida a la Rápita también larga y con calor, después de bajar hay que hacer unos cuantos kms por carretera y llegamos a un control con bocatas, no paramos mucho, bocata y coca cola en mano, tiramos para delante, llevamos buen ritmo y alternamos correr/caminar conforme nos pide el cuerpo y reservando para todo lo que nos queda. En Pavías paramos a refrescarnos en la fuente y poco nos faltó para meternos enteros en el agua del calor que hacía.
Vamos con la mente en el km 58 (Pina de Montalgrao) en el que nos espera la cena que ha concertado la organización con el bar del pueblo, y el cambio de ropa y zapas. Rubén va siempre muy entero yo me noto falto de kms, el mes de agosto tendría que haber hecho más, aún así voy con buenas sensaciones y animoso.
En pina nos sentamos a cenar, son las 8 de la tarde, la filosofía de la cena , al igual que otros corredores que están a la mesa, la tenemos clara: primer plato, segundo plato, cerveza con fanta limón, café y postre, me apunto a todo salvo al segundo plato: cambio las chuletas de cordero por una tortilla francesa, que saque tiene el Rubén, a mi las chuletas no me entran ni de coña...
Lo más rápido que podemos nos ponemos en marcha , ya es noche cerrada corremos a buen ritmo pues el terreno lo permite, poco a poco nos acercamos a la provincia de Teruel y cambia el terreno y el paisaje. Hay un pequeño río en el camino y por no perder tiempo en buscar un vadeo, saltamos y nos metemos hasta casi los tobillos en el agua, aquí hice la pardillada, pues una ampolla que me empezaba a notar se me complicó con mojar los calcetines y no me cambie, esta llaga me amargó los últimos 40 kms y me restaba energías, pero bueno, gestionado con un poco de cabeza , seguimos para adelante, subimos a la Muela, orientados por unas pequeñas marcas de pintura.
Pasa el tiempo, yo sufro alguna pájara y ralentizo un poco el ritmo, Rubén todo el tiempo va muy entero. Pasamos el km 100 en 19 horas 23 minutos y ya nos frotamos las manos pues sólo quedan 10 kms para la llegada, quien nos iba a decir que fuéramos a tardar 4 horas y media para hacer los 10 kms que faltaban.
La subida y bajada al Javalambre se hace muy penosa, al cansancio hay que añadir las dificultades en la orientación para subir, cerca de la cima se nos unen dos participantes que van desorientados , hay una niebla muy espesa y el frío y la ventisca acojonan, no se ve nada, en la cumbre está helando y las mallitas runner no son lo más apropiado, no nos paramos mas que para dar el nº de dorsal y buscamos la bajada, vamos desorientados, mi gps se ha apagado en el km 107, casi todo el peso de la orientación en la bajada, toda campo a través y sin una sola marca (joer no vendría nada mal unas pocas cintas y ésto no afectaría a la esencia de la prueba) la asume Rubén que lleva los dedos de las manos ateridos, conforme descendemos del pico el aire se va calmando, pronto amanecerá y ya vemos a lo lejos las luces de Camarena.
Llegamos satisfechos ducha, bocata de tortilla y a la litera hasta la comida. Después autobús hasta Alfondeguilla y vuelta a casa.
Agradecer a la organización el interés que ponen y el buen ambiente reinante, sois unos cracks.
Aquí unas fotos
XV CUERPO, MENTE Y ALMA EN JAVALAMBRE |
6 comentarios:
Realmente espectacular el carrerón que os habéis metido.
Estais muy muy muy muy fuertes. Me alegro muchísimo de que al final lo pasarais bien.
Un abrazo campeones.
Con los dos he compartido horas y horas de ultra y sois los dos unos cracks, así que menuda pareja habeis formado, la cabezonería de Rubén con el saber estar de Esteban, todo un cocktail Molotov runnero.
Veo que habeis sufrido y disfrutado que es de lo que se trata,...ojala el año que viene estemos juntos, en esta misma prueba. Enhorabuena.!!!
Enhorabuena pareja!! ya os habéis quitado la espinita de subir de los 100..., pero no por eso deja de tener mérito todo lo hecho anteriormente, eh? Un besote
Ana aper
¡Enohrabuena, de verdad!
Me he acordado mucho el fin de semana de la carrera y pensaba si todavía estaríais en marcha o no, o qué estaría pasando. ¡Qué dura parece haber sido! Me la apunto.
Salut!
VICKY
Pues me repito... ¡Enhorabuena! Con todo lo que contáis del frío, los dedos congelados... no llegais a darme mucha envidia, jejjee
A ver si la primera vez que supere yo los 100 km estamos juntos también!! (Ojo, que queda menos de un mes...) ;)
Jessi
JOOOO QUE VALIENTES!! Solo pensar en esa distancia ya me da acojone...MÁQUINAS!!!ENHORABUENA!!!
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