martes, 4 de mayo de 2010

Trail Mitja Lluna 1-5-2010





Crónica de Ana




Mitja Lluna 1 de Mayo 2010-05-03
30 de Abril, viernes, me encanta este día. Por el día de la semana y porque es mi cumpleaños…. Jejejjeje Precisamente este día, de hace ya 6 años, comenzaba nuestra andadura por el mundo del senderismo, adentrándonos en el camino de Santiago, desde Lisboa hasta Finisterre. Tres años más tarde, con más km a nuestras espaldas, comenzamos con el mundo del runner… y al poco tiempo nos dejamos arrastrar hacia las carreras… San Silvestres, 10.000m, medias maratón, maratón, marató i mitja, los 80… y vamos subiendo…

Rubén se deja llevar más por las distancias laaaargas… y el año pasado arrasa con varios ultras que caen en su saca…
El viernes, da el primer paso del UTMDA, por supuesto, los 80 ya no son un reto… pero sí lo es para mí.

Los acompaño mientras hacen su salida a las 11 de la noche, y sin ánimo de ofender a nadie… a mi no me dan ninguna envidia… qué sueeeeño!! Me vuelvo a casa, ceno, me preparo mis trastos tranquilamente y… ¿son las 2 de la mañana?? A las 4 y 15 suena el despertador, termino de rellenar mi mochila y a la calle, no me entra el desayuno y sabiendo las curvas que hay hasta Guadalest, mejor llevar el estómago vacío.

Una vez en la plaza del pueblo, por fin me da el aire en la cara, me he mareado un pelín al final del viaje, pero al estirar un poco las piernas ya me encuentro bien y nos ponemos a saludarnos… jejejejje cada vez hay más gente que conozco… aunque sólo sea de vista o por fotos.

Nuestro inicio tiene una bajada con bastante inclinación y como resulta más fácil trotar que ir frenándose, nos dejamos caer Paconou y yo arrastrados por la gravedad y pensando… que yo no quería correr tan pronto… que me voy a cansar…

Nada más alcanzar el pantano de Guadalest, comienzo ya a caminar, porque sé que es lo que tengo que hacer si quiero hacer más de 10 km… que mi compañera, la mochila de 10 kg que cargo desde hace 4 meses, se debe hacer notar… así que sin ninguna pena más que la que siento por no poder aburrir con mi cháchara a nadie, comienzo con mi solitaria andadura, brevemente interrumpida por pequeños grupos de corredores que me pasan de vez en cuando.

Coincido algún tramo con Ana, Gabi y Fisio (lo siento, ya olvidé su nombre, Jorge?) pero mayormente iba tras su estela, la cual me suele ayudar bastante a seguir las marcas de la carrera hasta que poco a poco, sin poderlo remediar, los pierdo tras el primer avituallamiento del coll del castellet.

Decido entonces hacer uso de la radio y voy disfrutando del paisaje que nunca antes había recorrido, la subida se me hace eterna, pero vale la pena el paisaje y la experiencia de conocer a algunos senderistas que se interesan por la carrera, el recorrido y la dureza del itinerario.

A unos metros del la Mallà del Llop, coincido con una simpática pareja que junto al cachorro de 4 meses, Pepe, me acompañan hasta el punto geodésico donde nos hacemos unas fotos de rigor y nos despedimos, tal vez hasta el año que viene en esta misma prueba. Me gustaría.

Sigo escuchando bandas sonoras de películas de Charles Chaplin cuando noto que otro corredor aparece tras de mi… como el que paseaba por allí… jooooo!! Que yo era la última… ah!! Pues continúo siéndolo… ¡es el primero del ultra trail!!! Pero tio… qué te has tomado??? Anda, no pares que te enfrías… joder qué nivel… (Un saludo a su hermano, que conocí más tarde)

Lo próximo que me depara esta montaña es un grupo de 4 o 5 ciclistas de descensos que aparecen delante de mí de la nada, como si un helicóptero los acabara de dejar suavemente entre las hierbas, pero llevando una bici a la chepa!! Otros que no están bien… más fotos de rigor y tirando leches hacia abajo, no sin antes soportar un sermoncillo de mi parte: como se escogorcie alguno y me tenga que parar yo a recogerlo… aún le doy un capón!! Que el botiquín que llevo es reducido, hombre.

Y por el final de esta bajada comienza a bajar la niebla, ponerse un poco oscuro y a amenazar una lluvia inminente, que tardó algo en llegar… en esas estaba, cuando al principio de la subida al Pla de la casa… llega el 2º corredor que me alcanza. Ya estamos, otro que va que se las pela… lástima que yo estoy perdida, no veo la siguiente marca y entre él y yo tardamos 20 minutos al menos en saber por dónde continuar. Lo conseguimos gracias a un grupo de excursionistas que bajaban de la cava, que nos indican el camino, y muy amablemente me avisan de la cava sin protección que hay en el alto.

Nada más llegar al pico, asomo la cabeza y enciendo la cámara… voy a grabar JdñlAJEOWJW!!! JODER qué sustooooo!! Rayo y trueno al unísono en mi oreja, allí mismo…. Me ca… (…) ¡!!! Sigo grabando unos segundos pero al segundo rayo… Suelto la cámara, lanzo un bastón a cada punta(son metálicos!!??) apago el móvil (como le dé por llamarme alguien… ), me quito la mochila, me lanzo al suelo (como en las películas!!) y mientras caen 4 gotas gordas pienso, no, si a mí no me dan miedo las tormentas, creo. Las 4 gotas pasan a ser 4 piedras de hielo como huevos de codorniz (tengo pruebas!!), primero pocas, me tapo la cabeza con la mochila, no vaya a ser… después más, todas gordas, muchas, demasiadas y empieza la lapidación… joooo que yo no he sido tan mala… después de un cuarto de hora las piedras se reducen pero entonces caen más pequeñitas pero con más fuerza, y muchas muchas más…. Estoy encogida en el suelo, con la mochila en la cabeza durante unos 15 minutos, cuando aparecen unas zapatillas negras que se interesa por mi estado, bien, gracias, es que no me gustan las pedrás en la cabeza y los rayos en mis pies. Pero tranquilo, tú que veo que vas seguro, continúa, continúa… (hay gente pa tó!!)

Los rayos y truenos se van sucediendo demasiado cerca de mí para mi gusto, pero como no conozco la zona y me da que al final me voy a caer dentro de la cava, casi no me atrevo a moverme de allí hasta que para un poco el granizo y puedo levantarme del rio que transcurre por encima de mí. Me pongo en pie y entre la niebla veo algo de la cava, pero no hay nada más alto que yo vea a mi alrededor, o sea que el rayo me parte seguro… otra vez cuerpo a tierra, 20 minutos más… Después de la tormenta viene la calma, después de la tormenta… no paro de repetirme… pero jó si tardooooó!!! Tras el granizo, llegó el agua, que aunque también con fuerza, se me hizo más llevadero, y ya decidí que podía bajar tranquilamente hacia el avituallamiento de Fageca, que total ya eran las 15:20 y había quedado fuera del control…ché, qué lastimica… por unos minutos… jejejejje Unos minutos largos tardé en llegar patinando sobre las canicas de hielo hasta la Fuente Roja, donde dos compañeros más de la ultra trail me adelantaron en el mini sendero embarrado y con hielo que hacía de camino. Una vez más se preocuparon por mi apariencia, sí, estaba un poco chopá, pero total ellos también… y me ofrecieron ropa, pero gracias, no me hacía falta, total seguía lloviendo…

Volví a notar unos pasos acelerados a mi espalda y me aparté como pude para dejar paso de nuevo, pero no apareció nadie, más tarde pensé que lo que escuché serían las patadas de una cabra montesa, como la que iba dejando rastro de lana en las alíagas y señales masticadas en el suelo… pero la lluvia y la niebla me impidieron verla…

Casi alcanzando la pista asfaltada entrando ya en Fageca, oigo la animada conversación de dos chicos voluntarios de Cruz Roja, que alertados por 3 corredores suben en mi busca, que me preguntan que si yo era la que iba mal ¿?? Bueno, voy la última, pero la verdad es que tampoco lo llevo tan mal… Muchas gracias de todas formas a todos.

Llego al avituallamiento de Fageca unas 3 horas más tarde del comienzo de la tormenta, donde me esperan un grupo de voluntarios que me arropan con sonrisas, preguntas, bebida, comida… muy majos!! Aún me preguntan si voy a continuar, jejejejje sí, bueno, no, mira, es que ya me he cansado… creo. Además, he llegado más de 3 horas tarde al cierre del control… ;)

Y mientras espero que Rubén, empujado por las incomodidades de más de 90 km, venga a recogerme… tengo el grato recuerdo de recibir y ver pasar a unos 5 ultra corredores más que siguen en su empeño, contra viento y marea… nunca mejor dicho, de continuar con su objetivo, mientras puedan permitírselo o, en su defecto, su ego los obligue.
“Cas cú, es cas cú” como dirían por estos lares, y “cada uno es como es, y lo que ha crecido después” como diría mi madre.

Enhorabuena a todos los que participaron en esta hazaña, corredores, voluntarios, acompañantes, excursionistas, pobladores de estas montañas y todo aquel que, de acuerdo a sus posibilidades, disfrutaron de un fin de semana de intensas emociones.
Muchas gracias a la pareja que me devolvió a Batoy en coche, más tarde he reconocido a su sobrino (quien participó en el ultra), con quien compartí pódium en otra carrera, Oliva 2009.

Un saludo!!

6 comentarios:

APER dijo...

Ufff cuantas cosas Ana!!! A pesar de la lapidación se nota que lo pasaste bien!!! Y todos los que te encontraban preocupados por ti... en FIN!!! Al año que viene mas y mejor

Silvia

miguelflor dijo...

>Ana lo primero, felicidades, menudo regalo te pegaste a ti misma, nada mas y nada menos que una incursión en solitario por una Serrella, helada de granizo, debiste pasar malos momentos bajo la mochila, ahora se recuerda casi, casi con gracia pero hay que vivirlo.

Enhorabuena por haber tenido siquiera el valor de intentarlo. Ya sabes que hay mas ultras y seguiremos estando en ellas.

Anónimo dijo...

Ana, con el miedo que pasé yo con la tormenta(y eso que iba acompañada, y no por la cresta...). Ahora ya, lo que te echen!! (pero mejor sin rayos ni truenos, jejeje).

Jessi

Ana Aper dijo...

Bueno, a partir de ahora iré recopilando información a ver cómo actuar cuando quieres que te parta un rayo!! para evitarlo, por supuesto... jejjejeje

Yo misma

VOREM SI MUNTEM dijo...

Ana la verdad es que cuando el cielo se pone tan negro da miedo sólo la incertidumbre de qué podrá pasar, por eso creo que fuiste muy valiente de seguir y más que ibas sola.

Ánimo y llegarán más carreras.

Un saludo.

Vicente

Anónimo dijo...

Bueno, pues yo era la última de la Mitja Lluna y estuve en la meta para recibir a uno de los últimos del Ultra... con la diferencia de que éste la completó y yo no pude.

Otra vez será, o no.